ESMA

Cuando vio que había un mail de respuesta de la ESMA le corrió un poco de adrenalina. Dar un paso en esa historia no le era indiferente. Era como meterse en algo oscuro de su propia historia.
Le dieron turno para el lunes siguiente, a la una de la tarde, decía que la visita duraba aproximadamente dos horas.
Llegó temprano, asi que entró a un locutorio que había enfrente. "Puntual es llegar en punto, ni antes ni después" solía decir su padre. Mientras revisaba la casilla de mails el que atendía se puso a hablar con un cliente y le dijo algo de que su tía había estado en la ESMA. Le escribió a alguna amiga que estaba por entrar. Necesitaba compartirlo con alguien. Y cuando fue a pagar le preguntó al pibe si había entrado alguna vez. Le dijo que no, que no se animaba y le recomendó que lo hiciera, le pasó el mail donde tenía que escribir.
Llegó en punto.
Una mujer le dijo que esperase junto a otros hasta que llegue la guía. Eran menos de 10, algunos parecían universitarios estudiando algo, otros eran extranjeros.
Llegó la guía y se llamaba Luz, morocha, de mirada serena y hablar pausado.
Se presentó y los invitó a seguirla. Caminaron por el jardín interno hasta un cartel que tenía un mapa del predio.
Explicó que como sabrían ése lugar había funcionado como centro clandestino de detención, que allí había operado el grupo de tareas 3.3.2 y los números eran porque todas las zonas del país estaban numeradas como si fuera una grilla. Agregó que si bien el lugar de mayor actividad había sido el casino de oficiales (lo señaló en el mapa) otros edificios habían estado muy relacionados, como por ejemplo la enfermería, las cocheras donde se arreglaban los autos operativos, e inclusive el descampado que había enfrente, en la parte de atrás se había usado para incinerar cadáveres en lo que ellos llamaban "asaditos" cuando no era posible esperar al día de "traslado" aéreo, cuando la mayoría de las víctimas eran arrojadas vivas al mar o al río de la Plata.
Luego invitó a los visitantes a presentarse y si querían, contar el motivo de la visita.
Los universitarios dijeron que eran universitarios y los extranjeros dijeron que eran extranjeros. El dijo que por motivos personales.
Los invitó a seguirla nuevamente y mientras caminaban él se acercó. Que el resto supiera que sus padres habían estado ahí no le interesaba en lo más mínimo, pero que la guía lo supiera podía redundar en que contase más, o en que contase menos, para no provocar dolor. Después de pensarlo unos minutos decidió decírselo.
- Luz, mis viejos estuvieron aca, por favor contá todo lo que sepas.
Ella lo miró como si entendiera.
- Estás bien?
- Sí.
- Cualquier cosa decime, no se si sabés: el lugar está como lo dejaron los milicos, está todo vacío. Decidimos no reconstruirlo como estaba en aquel momento porque nos parece que el hecho de estar en el lugar habla por sí solo, por eso decimos que no es un museo, es un espacio para la memoria. Nos detenemos- volvió a hablar para el grupo- Este es el edificio "Cuatro Columnas" es tal vez el más conocido arquitectónicamente. Cuando decimos que todo el predio participó de alguna forma en el plan de exterminio tenemos que decir que también la totalidad de las personas lo hicieron. La Escuela seguía funcionando, e inclusive los alumnos, que eran menores de edad, cumplieron guardias custodiando a los secuestrados. Eran lo que en el lenguaje interno se llamaban los "verdes" porque eran los únicos que estaban uniformados, los integrantes del grupo de tareas por lo general estaban de civil. Esto formaba parte de una desición de la conducción. En palabras del Capitán Jorge "el tigre" Acosta (todos tenían apodos para no usar sus nombres reales) "Todos tenían que poner los dedos" esto quería decir que todos tenían que colaborar con este plan de exterminio para que en el futuro a algún arrepentido no se le ocurriese confesar o delatar a los demás: todos quedaban comprometidos por un "pacto de sangre" al silencio. Nadie puede hablar porque todos tienen las manos manchadas con sangre. Y esto fue muy efectivo, hasta el día de hoy ninguno de ellos habló. Cuando el prefecto Febres estaba a punto de declarar fue "suicidado" en su celda. Por eso decimos que nos falta una parte de la Historia de este lugar: faltan las declaraciones de los victimarios. El comandante que estaba a cargo de la Escuela, el comandante Chamorro, sabemos que visitaba las instalaciones del Casino de Oficiales y allí mismo tenía una casa donde pasaba los fines de semana con su familia. Osea que los hijos de Chamorro estaban muy cerca de los secuestrados. Seguimos hacia el Casino...

Pasaron por la entrada donde habían entrado con Marcela y Yamila.
-Aquella era la enfermería de la Escuela. Allí se atendía también al personal civil que trabajaba en la Escuela, y algunas veces se llevaba a algún detenido por algún tratamiento en especial. Aunque había una enfermería en el casino hay testimonios de por ejemplo una vez que un secuestrado fue traido a la enfermería para sacarle una muela: acá se ve una de las tantas paradojas que había en éste lugar: estaban curando a alguien que habían torturado y que posiblemente asesinarían al día siguiente. Algunos lo analizan como una demostración de poder: ellos decidían cuándo matar, por eso tenía cierta lógica que curasen a alguien porque todavía no habían decidido matarlo.-
Avanzaron unos metros más sobre una calle interna hasta una garita de cemento- Si bien todo el edificio participó, a partir de éste lugar la entrada estaba restringida. Los autos del grupo de tareas que traían a los secuestrados se comunicaban por radio con la Escuela, daban una clave que tenía que ver con una partida de ajedrez, por ejemplo decían "cierro partida con alfil 4 reina, resultado positivo sin novedad" con lo cual también decían que habían podido secuestrar al "objetivo" y que no había heridos, ingresaban por la entrada por la que ingresaron ustedes en el día de hoy, avanzaban por esta calle interna paralela a la avenida libertador y se detenían en este lugar, decían otra clave, y bajaban una pesada cadena naval que dejó su marca en el suelo y que muchos testimonios recuerdan haber oído, e ingresaban a la zona del casino.
Intentó imaginarse a sus padres en el baúl o en la parte de atrás de un auto, encapuchados, con miedo, escuchando la cadena.