I

Estaban recién llegados de Tartagal. Por eso, todavía no enganchaban en ningún lado. Vivir un mes en situación de catástrofe te cambia los hábitos. Hace que lo normal sea insignificante, es casi imposible preocuparse por algo que no sea más o menos grave.
Fede no había estado, por eso abrió el mosquitero de la puerta que daba al balcón sin problemas.
Aunque estaba viendo el noticiero se alertó y en cuanto vio un mosquito de reojo le subió la adrenalina. Estar expuesto a mosquitos sin tener repelente en Tartagal le costó la vida a muchos. Pero no estaba en Tartagal, también tenía que acostumbrarse a los mosquitos. Sonó el telefono. Marcela si había estado.
- Marce
- Qué hacés bombón?
- Todo tranqui, ya no sale nada en el noticiero, hace rato no es noticia me parece.
- Ayer pasaron algo del dengue, igual nada que ver con lo que pasa allá, dicen 10 muertes nada más, ya te contactaste con algun canal?
- Si, con tres, les dije todo el material que tenemos y lo de la denuncia a las petroleras, pero ninguno contestó.
- Probá con Lanata.
- Dale
- Vas hoy, a lo del aniversario del golpe?
- No sabía
- Si, en realidad es mañana, pero hoy toca León, frente a tribunales, mañana es en la ESMA
- A qué hora dónde?

Después de volver se veían a diario, por el momento, eran los únicos que se entendían, y extrañaban a la gente, verse era una forma de seguir.
Enfrente a los tribunales tocó León Gieco, con los chicos de "mundo Alas", la gente de arbolito y la Chilinga.
Después la vida volvió a estar entre paréntesis hasta que se encontraron, frente a la ESMA.
Nunca había entrado.
También estaba Yamila, y mientras iban entrando preguntó
- Quién era John William Cooke?- delante de ellos había un grupo de jóvenes con banderas políticas y en una de ellas estaba Cooke.
- El primero de la resistencia peronista. Era amigo de mi viejo, un gordo brillante que se fue volviendo loco.
Y se fue alejando. Caminaban al lado, pero por dentro se iba ausentando. A medida que avanzaba le agarraba como electricidad en el cuerpo y miraba todo pensando "dónde habrán estado?". El escenario estaba en el fondo, había un acto con marionetas gigantes burlando a los militares, después actuarían León de nuevo, la chilinga y los mismos, se sumó alguno y gritó un rato Hebe de Bonafini. Su viejo tenía razón.
En un momento necesitó alejarse. Igual no estaba ahí.
Fue hacia la entrada, y dobló a la derecha antes de llegar, buscando el lugar.
Se le acercó un tipo de seguridad.
- No se puede pasar para allá.
- Donde estaban los detenidos?
- Allá, en el casino de oficiales. Los autos entraban por ahí, en esa garita los frenaba una cadena, la clave para entrar era selenio: el lado oscuro de la luna.
Se quedó parado mirando el edificio donde habían estado secuestrados sus padres. La electricidad no se le iba del cuerpo. Si bien de chicos no les contaron nada, ya hacía algunos años que lo sabía pero nunca había sentido nada. Estar en el lugar era distinto.
- Cuando se puede entrar?
- Tenés que ir por la entrada principal, pedirles el mail, y ellos te dicen cuando.
Fue hacia la entrada principal. Tenía la necesidad de entrar cuanto antes, lo enojó un poco, tanta vuelta, pero estaba dispuesto a dar los pasos que fueran necesarios.
Le dieron el mail escrito en un papelito. Volvió al recital.
Se cruzó una cara conocida
- Cómo estas?
- Bien vos?
La rubia lo presentó a su amiga
- Él también estuvo en Tartagal, pero estuvo una bocha, cuanto fue?
- Un mes
Intercambiaron mails. El grupo de ella iba a hacer actividades para chicos en los centros de evacuados, y pasaron por dos centros de evacuados donde él estuvo viviendo.
Quiso quedarse, pero ya no pudo. No quería que Marce ni Yamila le preguntaran qué le pasaba porque estaba notoriamente ausente y no quería hablar, asi que fue a conseguir agua caliente para mate y despues desapareció de nuevo. Se quedó en un rincón del parque desde donde se veía el edificio. Trató de imaginarlos, entrando con la capucha puesta, pero no podía, podía sentir que habían estado ahí, pero no podía imaginarse nada.
Tenía que saber más. Apenas volvió de Tratagal, compró un libro de economía y otro de política. Se había dado cuenta que para ayudar había que saber más, su viejo sonreiría del otro lado de la muerte al verlo comprar un libro de economía porque era un tema que siempre había odiado. Pero en Tartagal pudo percibir la relaidad en su conjunto, tuvo una visión estructural más amplia, vio los manejos políticos y los económico-políticos de las petroleras. Todo estaba a mano, había estado en reuniones con el intendente y había discutido personalmente con él y lo había contradecido en público. Antes de eso siempre la ayuda había sido persona a persona. Ahora veía estructuras más grandes, necesarias, que había que entender. Su padre había dicho "nosotros creíamos que no bastaba con tomar el poder, había que saber qué hacer con el poder después, por eso discutíamos que había que formar más a la gente, no estábamos de acuerdo con formar militarmente nada más a la gente" él había estudiado economía, números! algo que siempre le había parecido aburridísimo y ahora se le hacía necesario saber. Pero tenía sentido por la gente. Quería saber todo lo posible para ayudar mejor. Entender más era ayudar mejor.
Tal vez la forma más estructural, en la que quería ayudar ahora era alguna forma de militancia. Militancia para su generación era casi una mala palabra, vinculada con partidos, políticos mentirosos y conseguir votos. Pero habría que averiguar. Tal vez habría alguna forma de militancia que no fuese tan partidaria. No parecía tan casual que a 2 días de la vuelta estuvieran ahí. Ultimamente la realidad le explotaba como una bomba en la mano.

1 comentario:

  1. leo y me caen las lagrimas....no me quiero morir sin ir ahi...Pero ahora no puedo

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